Un emprendimiento cordobés creó dos innovaciones tecnológicas al servicio del desarrollo regional sustentable: Un calefón solar cuya eficiencia supera a los modelos actuales del mercado, y una cocina solar parabólica. El proyecto perteneciente a Julia Tügel, docente de nivel medio y superior e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba, y su marido Gabriel Francisco Monros.

 

 

Argentina va incrementando el número de emprendimientos que utilizan el sol como fuente de energía. Si nos enfocamos en la provincia de Córdoba, hay dos desarrollos muy importantes que no nos vendría mal incorporar (todavía hay más de 3 millones de hogares de nuestro país que no tienen acceso a la red de distribución de gas natural): el calefón integral de alto rendimiento y la cocina solar parabólica.

Estos productos que aprovechan la radiación solar como fuente de calor fueron diseñados y fabricados por un emprendimiento familiar llamado Febo Asoma, perteneciente a los cordobeses Julia Tügel, docente de nivel medio y superior e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba, y su marido Gabriel Francisco Monros, quienes viven en Unquillo, donde no hay gas natural.

El calefón solar tiene un volumen total de 400 litros y fue construido como objeto de tesis para una maestría en Energías Renovables de la Universidad Nacional de Salta, tras percibir el defecto de los calentadores solares comercializados actualmente, en los que el agua pierde temperatura cuando pasa del colector en donde se calienta, al tanque donde se almacena.

Pero este calefón integral de alto rendimiento tiene un solo componente, un tanque dividido en tres depósitos que se interconectan, una disposición que evita que el agua fría que entra al sistema cuando se lo utiliza se mezcle con el agua caliente y genere una baja en la temperatura del conjunto.

Este proyecto apunta a convertirse en referente en la innovación tecnológica al servicio del desarrollo regional sustentable e independiente, basado en la investigación aplicada y el compromiso social.

Para su producción se utilizaron materiales nacionales, lo cual promueve la sustitución de importaciones, ya que los calefones solares de tubos al vacío importados son los productos más vendidos del sector.

Por su parte, la cocina solar parabólica consiste en un espejo parabólico de 1,20 metros de diámetro que concentra la radiación que llega a la superficie en una zona focal, donde se ubica la olla. Esta cocina puede alcanzar más de 350º C y permite realizar cualquier comida.

 

 

Fuente: El Federal.