El Subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación hizo un balance de las actividades del CAI y del momento que atraviesa la ingeniería.

 

Como presentador de una charla, como orador, como participante de una visita técnica, como miembro de un jurado o simplemente como espectador de una jornada, siempre está el Ing. Pablo Bereciartúa. Su rol de Subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación no le impide decir presente en el Centro Argentino de Ingenieros a su vicepresidente primero, cargo que lo hace protagonista de la entrevista-balance de 2017 con el CAI como eje. Y, sin dudar, afirma: “Desde hace varios años el CAI viene proponiendo agendas muy interesantes. Destaco de 2017 varias cosas: una que me resultó muy valiosa fue la propuesta de la Semana de la Ingeniería, ya que permitió abrirse a nuevas perspectivas. El temario mostró una real valoración de la innovación en diferentes ámbitos y fue, de por sí, una buena forma de pensar estrategias de desarrollo para la Argentina. Se pudo discutir sobre las nuevas tecnologías, Big Data, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas y sobre cómo muchas de las obras de los ingenieros están siendo desafiadas, repensadas; también se debatió acerca de cómo la movilidad y el transporte ya no son lo que eran, con autos sin chofer, modelos asociados a Internet, como Uber, Google trafic, Waze y el enorme impacto que tienen en mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y en permitir que haya modelos de gestión descentralizados, basados en algoritmos”.

 

Abierto el grifo del análisis y con el futuro como anzuelo, Bereciartúa va más allá y se entusiasma con las posibilidades de concretar proyectos en la Argentina: “Lo mismo que decimos de la movilidad se puede afirmar en todos los ámbitos en los que operamos los ingenieros: en energía ya sabemos que, incluso con la tecnología actual de generación de energía solar, con 100.000 hectáreas de paneles solares para un territorio como el de la Argentina, que tiene 2,8 millones de kilómetros cuadrados, se puede generar la energía total que consume el país. Eso pone de manifiesto cómo se está modificando la industria de la energía y su realidad. Y si cruzamos esa información con hechos que se están dando en el país, como la nueva ley de cogeneración de energía distribuida, podemos ver que estamos en pleno cambio. Dentro de esos cambios vemos en el mundo edificios que se construyen con robots: en China hacen 57 pisos en 19 días… Y la Argentina tiene un déficit de 3,5 millones de viviendas aproximadamente; entonces debemos pensar en la infraestructura del futuro en base a las posibilidades que los ingenieros estamos generando. Y no sólo eso, sino que a esa velocidad en base a robots y a cadenas de abastecimiento optimizadas también le podemos sumar la idea de utilizar impresoras 3D para fabricar edificios con materiales biodegradables para poder reciclarlos ante modificaciones edilicias”.

 

Volviendo al valor que toman las actividades del CAI para los ingenieros y para la sociedad en general, Bereciartúa considera que “la agenda del Centro Argentino de Ingenieros ha sido muy amplia durante el último año, con muchas presentaciones de proyectos, visitas técnicas, presencia de profesionales extranjeros (una delegación de holandeses disertó en el CAI sobre la posibilidad de realizar una hidrovía mediterránea que permitiría bajar costos logísticos e incluso también manejar los excesos hídricos en la zona del centro de la Argentina) y que terminó con la entrega del premio La Ingeniería, en el que tuve el honor de ser miembro del jurado: ese reconocimiento representa una continuidad en la ingeniería y es donde se ve que el CAI ocupa cada vez más un lugar importante como actor del desarrollo de nuestro país”.

 

En cuanto a desarrollo del país, el Subsecretario de Recursos Hídricos señala que “la Argentina tiene una visión vinculada a que gran parte de las posibilidades del país pasa por la ingeniería. Se ha puesto en marcha un plan de infraestructura muy importante que gira en torno al transporte, a la energía, al agua y el saneamiento. Hay una prioridad de inversión de recursos y al mismo tiempo hay una convicción de que la educación orientada a la innovación es clave en la Argentina que viene”. Y rescata “la importancia de trabajar en equipo. Yo soy la cara visible de un equipo y mi visibilidad está relacionada a un enorme equipo que hace que los programas se muevan. Eso, a su vez, nos permite hacer un aporte al país. Argentina es un país extraordinario y parte de esa singularidad se da por su extensión, por la heterogeneidad de los recursos, de las culturas… Es un país federal con decisiones descentralizadas”.

 

Fuente: CAI