En los próximos cinco años, la nación gobernada por Evo Morales desembolsará un monto superior a los u$s 21.300 millones para generar más de 8.500 megawatts a partir de aprovechamientos hidráulicos

Bolivia presentó la mayor inversión pública de su historia y la principal en el rubro de la hidroelectricidad a escala regional. Por intermedio de la estatal Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), el país vecino destinará unos u$s 21.350 millones a la realización de varios proyectos hidroeléctricos en el transcurso de los próximos cinco años. A decir del ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Sánchez, la idea es generar 8.575 megawatts (Mw) de origen renovable.
“La ENDE avanzará con una gran cantidad de iniciativas hidroeléctricas. Algunas de ellas ya están en ejecución, mientras que otras se encuentran en estudio a diseño final y en estudios básicos. Asimismo, está prevista la instalación de un amplio número de pequeñas centrales hidroeléctricas”, especificó el funcionario.
Uno de los principales emprendimientos en cuestión es Misicuni, que producirá 120 Mw e implicará una inversión de u$s 139 millones: la propuesta entrará en operaciones en abril de 2017.
Otra iniciativa de envergadura es Miguillas, que generará 200 Mw. Tasada en u$s 447 millones, la obra entrará en marcha en 2019. San José, por su parte, aportará 124 Mw y demandará una erogación de u$s 244 millones.
“Estos proyectos en ejecución sumarán una generación de 444 Mw y representarán una inversión total de más de u$s 831 millones”, detalló Sánchez.
En estudio a diseño final, en tanto, hay dos iniciativas: Rositas, de 400 Mw, e Ivirizu, de 253 Mw.
El primero, valuado en alrededor de u$s 1.000 millones, comenzará a funcionar en 2024. El segundo, cotizado en u$s 632 millones, estará operativo en 2020.
De no mediar inconvenientes, para 2021 Bolivia también podrá contar con Banda Azul. Dotado de una capacidad de 93 Mw,
implicará una inversión de u$s 232 millones. La lista de aprovechamientos hidráulicos que producirán energía entre 2018 y 2021 se completa con Huacata, de 6 Mw (por u$s 6 millones); Carrizal, de 347 Mw (por u$s 867 millones), y Molineros, de 132 Mw (por u$s 330 millones).
“Estos seis proyectos, por los cuales serán desembolsados más de u$s 3.000 millones, añadirán una generación de 1.231 Mw”, apuntó el ministro.

Sánchez:
“La ENDE avanzará con una gran cantidad de iniciativas hidroeléctricas. Algunas de ellas ya están en ejecución, mientras que otras se encuentran en estudio a diseño final y en estudios básicos”

 

Nueva matriz

Adicionalmente, el país del Altiplano contempla el aporte de 1.500 Mw de otras siete propuestas que hoy se hallan en la instancia de estudios básicos. Se trata de Icona, Ambrosía, El Pescado, Aguas Calientes II, El Bala, el complejo hidro-eléctrico Río Grande y el binacional Río Madera (en conjunto con Brasil).
De acuerdo con Sánchez, a este volumen de energía deberá sumarse el de una serie de pequeñas centrales hidroeléctricas distribuidas en distintos puntos del territorio boliviano. “El objetivo es obtener con ellas otros 200 Mw a partir de una inversión de u$s 700 millones”, adelantó.
Sobre la base de relevamientos preliminares, aseveró, Bolivia posee la capacidad de producir 40.000 Mw de origen hidroeléctrico. “De aprovechar todo ese potencial, podríamos reformular y diversificar nuestra matriz energética para dejar de manera paulatina la energía fósil y dar paso a un mayor protagonismo de las fuentes alternativas renovables”, se ilusionó.

Objetivos ambiciosos

La ENDE es una empresa estatal que tiene la misión de garantizar el abastecimiento de energía eléctrica a la población boliviana. Su sede central se encuentra en la ciudad de Cochabamba.
La organización se dedica básicamente a la generación, transmisión y distribución de electricidad en Bolivia. Se encuentra supervisada y regulada por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Electricidad.
Fue creada el 9 de febrero de 1962, mediante Decreto Supremo N⁰ 5.999,
y constituida el 21 de diciembre de 1964. Tiene personería jurídica desde el 4 de febrero de 1965, mediante la Resolución Suprema N⁰ 127.462.
La compañía fue refundada el 16 de julio de 2008, a través del Decreto Supremo N⁰ 29.644, que la estableció como una Empresa Pública, Nacional y Estratégica (EPNE). Desde entonces se ha visto beneficiada por la transferencia a título gratuito de las acciones de otras empresas eléctricas.

Sánchez:
“Bolivia posee la capacidad de producir 40.000 Mw de origen hidroeléctrico. De aprovechar todo ese potencial, podríamos reformular y diversificar nuestra matriz energética”

 

En los últimos tiempos, la ENDE instrumentó grandes avances en la ejecución de proyectos e implementación de sistemas eléctricos en suelo boliviano, en consonancia con los desafíos demandados por el país y delineados en el “Plan Eléctrico del Estado Plurinacional de Bolivia 2025”, el “Plan para el desarrollo de las energías alternativas 2025” y la “Agenda Patriótica del Bicentenario al 2025”.
Entre sus principales objetivos para los próximos años figuran la expansión del sistema eléctrico a las áreas rurales hasta llegar a un 100% de cobertura; la completa satisfacción de la demanda interna; la generación de excedentes de energía eléctrica destinados a la exportación a países vecinos; y la paulatina sustitución del uso de combustibles fósiles por fuentes alternativas, renovables y limpias.