Durante los meses de calor, el aislamiento térmico eficiente evitará el uso constante del aire acondicionado y que el hogar se sobrecaliente

 La aislación térmica eficiente es la única solución y herramienta que complementa los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado y es esencial en la construcción de viviendas. Instalar aislamiento térmico eficiente en las viviendas se refiere a la construcción o remodelación que tiene en cuenta el ahorro y la eficiencia energética a través de la mejora de la envolvente (techo, muros y pisos) mediante materiales que reducen la transferencia de calor entre los espacios exteriores e interiores.

Este año la decisión de prender o no el aire acondicionado no estará dada por la temperatura. Será el bolsillo el que marque el ritmo climático de los hogares. Cabe destacar que, según los últimos datos del sector, en el país hay instalados cerca de 15 millones de aires, lo que significa que existen 0,34 per cápita. A medida que se acerca el verano y vayan subiendo las temperaturas, el consumo de energía en los hogares irá aumentando de la mano de los aires acondicionados. Esto genera dos situaciones: por un lado, mayores cortes de luz. Y, por otro lado, la segunda situación, que es la más preocupante, que es el monto que se pagará en las facturas de luz.

Según ANDIMA (Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes), el 50% del consumo de energía en los hogares de la Argentina es por la climatización de los ambientes. Es decir que, en promedio, la mitad de lo que cada usuario paga de luz se debe a refrigerar o calentar la casa. Para que las facturas de luz no generen un dolor de cabeza tan grande como los calores entre diciembre y febrero, Javier Maltz, Presidente de ANDIMA, explica que la «forma más eficiente para consumir menos energía en un hogar es contar con materiales de aislación térmica eficiente – Lana de Vidrio , Poliestireno expandido y Poliuretano – en toda la envolvente de una casa; la envolvente de una casa está formada por todos los elementos de construcción que están en contacto con el exterior, como son los techos, muros, aberturas y pisos. Este tipo de materiales permiten ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas de la energía consumida para climatizar un hogar».

En este camino del ahorro energético queda claro que cambiar el aire acondicionado por uno de eficiencia energética Clase A ayuda, pero no es suficiente – el 70% de la plaza instalada corresponde a equipos clase de eficiencia B, porque recién en 2015 todos pasaron a ser clase eficiencia A o superior-. El ahorro que se puede obtener está lejos del 35%, sino que es de apenas un 9% con artefactos eficientes.

 «Hay instancias activas de ahorro energético que son importantes, como los colectores solares o artefactos del hogar e iluminación eficiente que permiten reducir a la mitad el consumo de energía en un hogar. Sin embargo, si hablamos de climatización, este ahorro sería en vano si no se cuenta con aislamiento térmico eficiente. El aislamiento térmico eficiente en la envolvente de una construcción conforma la «tercer piel» de la persona; permite aislar de la intemperie, que no se pierda el frío que puede generar un aire acondicionado y lograr condiciones de confort, prolongando la temperatura ambiente», agrega Maltz.

Si se piensa en un aire acondicionado estándar, el gasto por hora es de 690 Wh; con aislación térmica eficiente en la envolvente, se puede prender solamente entre 15/20 minutos por hora, logrando el mismo rendimiento que toda la hora prendido.

Recomendaciones para el uso eficiente de Aires Acondicionados:

  1. Ya sea en una remodelación o construcción, incluir aislación térmica eficiente, para definir luego la cantidad de aires acondicionados a instalar o clase de eficiencia.
  2. Antes de que llegue el verano, limpiar el filtro de aire.
  3. Cerrar las ventanas y las puertas del ambiente donde encenderás el aire.
  4. Evitar que las persianas o cortinas estén completamente abiertas. Que no entren rayos de sol directamente al ambiente.
  5. Antes de encenderlo, abrí bien las ventanas para ventilar la habitación, por lo menos 10 minutos.
  6. Prendé el aire acondicionado cuando estés en el ambiente. No lo dejes programado con antelación.
  7. Mantener la temperatura constante en 24°.
  8. No prendas y apagues el aire constantemente de forma manual. El arranque es lo que más energía consume.
  9. Utilizar la potencia automática del aire, lo que mantendrá la temperatura constante y se apagará y encenderá el aire cuando lo necesite.
  10. Si tus ventanas no cierran del todo bien, ponerle burletes.
  11. Mientras estés usando el aire tratar de no abrir y cerrar puertas.