Aunque se crea que las viviendas construidas no son aptas para convertirlas en ecológicas si no lo hacemos desde el principio de la obra, todas tienen potencial para que sean sustentables y eficientes energéticamente, sin ser necesario que sean construcciones nuevas. Solo se necesita implementar cambios de hábitos simples y accesibles o hacer pequeñas modificaciones, que en poco tiempo se convertirán en un gran beneficio para el ahorro de energía.

Si se tomó la decisión de hacer remodelaciones, es la oportunidad de incorporar o hacer algunos cambios que transformarán tu casa en una vivienda eficiente energéticamente. De la mano de los especialistas en eficiencia energética de Andima, Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes, se comparten consejos fáciles para incluir en el proceso de refacciones:

  • Como primer paso, recurrí a un profesional para analizar cuánta energía estás consumiendo en el ambiente o la casa que querés remodelar y así saber de qué manera poder reducirla.
  • Incluir materiales de aislación térmica eficiente – EPS (Poliestireno Expandido), Lana de Vidrio o Poliuretano – en la parte de la envolvente afectada en la remodelación (piso, muros o techo). Con estos materiales vas a lograr un ahorro de hasta un 70% en las facturas de gas y luz consumidos para la climatización y un ahorro energético de hasta un 35% sobre el consumo total de un hogar.
  • En base al consumo de energía auditado al inicio de la remodelación y contemplando la inclusión de aislación térmica eficiente, definir la cantidad necesaria de artefactos para climatizar que deberías instalar, para no poner demás o de tamaños más grandes de los necesario.
  • La ventilación cruzada a menudo se descuida cuando se renueva o remodela una casa. Los principios básicos de la ventilación cruzada son simples y fáciles de implementar: abrir ventanas en lados opuestos para alentar el flujo de aire de un lado a otro y capturar las brisas dominantes y dirigirlas a través de la casa.
  • Si se van a cambiar los artefactos eléctricos o a gas, elegir artefactos que sean eficientes energéticamente (etiquetas Clase A o superior, calefones sin piloto) o aquellos que aprovechan la energía del sol (calefones solares).
  • Colocar persianas o postigos en ventanas. Si no es posible, cambiar los vidrios simples por doble vidriado hermético (DVH), para ayudar a no perder energía.
  • Elegir pinturas, alfombras y muebles ecológicos y sustentables. Las pinturas es importante que sean colores claros, para que en verano sean más frescos los ambientes, bajas en COV (compuestos orgánicos volátiles) y libres de plomo. Los muebles siempre es mejor que sean reciclados.
  • Reemplazar los artefactos y griferías de baños y cocina por aquellos de bajo consumo de agua, como depósitos de inodoros con botones de doble descarga y aireadores en los picos de las griferías.
  • En el caso de tener un jardín, tratar de elegir plantas autóctonas que necesiten poca agua de riego ya que están adaptadas al lugar.
  • Reemplazar las lamparitas por lámparas LED y definir junto a un profesional cómo distribuir de manera estratégica los enchufes.
  • Contar con diferentes contenedores para el reciclado de residuos y evaluar el compostaje domiciliario.

Aplicando estos consejos, se pueden obtener ahorros de energía de más del 60% del total que consume una vivienda que no contempla estas estrategias y colaborar en el ahorro de agua potable, hacer nuestras viviendas más confortables y saludables y colaborar con nuestro planeta.